RESEÑA SI EL AMOR ES UNA ISLA, DE ESTHER SANZ

viernes, 10 de julio de 2015

OPINIÓN


Si algo me atrajo de esta novela (lo que me impulsó a leerla) fue la ambientación, el lugar donde estaba situada: una isla inglesa en el Canal de la Mancha... Para mí, la ambientación es casi tan importante como los personajes. Y la autora ya me atrajo en su momento con la ambientación de su novela El Bosque de los Corazones Dormidos (trilogía que, por cierto, no acabé).

Por lo tanto, mis expectativas respecto a esta novela no eran demasiado altas. Su anterior trilogía me pareció aburrida y falta de acción. Hay veces en las que eso se puede compensar con una buena prosa, pero su caso no era precisamente ese.

Si el amor es una isla no es un caso distinto. Encuentro mucho parecido con sus anteriores libros: una ambientación rural, una protagonista joven que camina sola, un ambiente de misterio y tenebrismo que envuelve a los personajes... Obviamente, no es una "copia" de sus anteriores, pero sigue los mismos patrones, bebiendo de ese misterio que no es tan misterioso, continuando con esos personajes bastante poco elaborados y desarrollando una trama bastante insulsa.

La historia, que se basa en cierta forma en El fantasma de la ópera, gira en torno a la vida de la protagonista, Luisa, una chica de apenas diecisiete años que lo deja todo para ganar dinero y poder costear el caro tratamiento de su padre. Sin embargo, se extiende y toma bifurcaciones hasta llegar a los personajes secundarios. Es una trama de enredo, que habla de familias, hijos ilegítimos, mentiras... Vamos, la típica novela de hoy en día

Los personajes no me han parecido demasiado elaborados ni redondos. La protagonista, Luisa, a veces se me antojaba un poco contradictoria (primero se quiere quedar en el hotel, después marcharse... y cuando le dan la oportunidad de irse, decide quedarse), sosa y poco trabajada. Y lo mismo con el resto. Encuentras dos tipos de personajes: los malos que resultan ser buenos y los buenos que no dejan de ser buenos... ¿Qué realismo hay ahí? La novela no destaca precisamente por sus personajes, eso lo puedo asegurar.

Pasemos a hablar del "romance" de esta novela. No lo encontré especialmente realista, algo que suelo buscar cuando leo una novela realista, no sé si me explico. Una persona no se puede enamorar de alguien que no te deja ni mirarle... Más que nada porque esa persona lo que profesa es desconfianza, no amor. Pero no es algo que podamos discutir tan solo en esta novela. Al parecer, es algo que se ha extendido como una epidemia en el mundo de la literatura: el realismo ha dejado de existir, sobre todo cuando los lectores son incapaces de creer lo que leen.

Sin embargo, a pesar de todos los tópicos, los personajes hechos a base de moldes y ese ligero parecido que encuentro con Megan Maxwell... Es un libro entretenido; de hecho, perfecto para un verano aburrido en la piscina. Y tal y como está el panorama literario, no esperaba más de novelas como esta.

En resumen. Excepto la ambientación, no sé dónde se encuentra el parecido con las novelas inglesas del S XIX. Es una novela más que no brilla ni por su historia ni por sus personajes, pero que te mantendrá entretenido un rato.

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